viernes, 17 de abril de 2009

Recuerdos de una Mente Asesina | Parte 3

(... continuación de Recuerdos de una Mente Asesina | Parte 2)

M.A.
: Sr. Gorby, al parecer ha cumplido su palabra. Siempre me visita.
G.Oz: Así es. Se puede decir que soy un hombre de palabra.
M.A.: Un hombre de palabra vale más que el oro, ¿no es así?
G.Oz: No lo sé, quizás sí.

Me siento y luego entra mi colega, la periodista Jessica V.

M.A.: Oh, ¿y la dama es…?
G.Oz: Su nombre es Jessica, me acompañará para tomar unos apuntes.
J.V.: Un placer, Señor. –Le dice Jessica mientras le da la mano, no muy confiada.
M.A.: El placer es suyo. Llámeme Señor X o Míster Ex, el que más le agrade.
J.V.: Aunque suene ridículo, le llamaré Míster Ex.
M.A.: Y ¿cómo es que la dejaron entrar? ¿Acaso no solo se permite una visita?
G.Oz: Bueno, se puede decir que esto no es una visita, sino más bien una entrevista. Le aseguro que son dos cosas muy distintas.
M.A.: Entiendo.
G.Oz: Bien, empecemos.

Esta vez no había cámaras. Saqué mi lista de preguntas que desde la casa venía practicando. Jessica sacó una pequeña libreta que parecía nueva, sin ninguna pregunta escrita ni nada por el estilo, sostenía su lápiz y solo esperaba a que comenzáramos.

El “señor X” no le quitaba los ojos a Jessica, yo lo había notado desde que ella había entrado al cuarto. Ella, un poco nerviosa. Y él como un lobo que acechaba a una oveja indefensa. Yo, tratando de detener su mirada hipnotizadora, intervine y empecé mis preguntas.

G.Oz: Míster Ex…

Me miró instantáneamente y sonrió, como si el nombre que dije le hubiese causado gracia.

M.A.: Le ha gustado el tono ficticio de “Míster Ex”, ¿no?
G.Oz: Sí... Mi primera pregunta es…
M.A.: Disculpe, usted no cambia para nada. Hace un año, en nuestra primera entrevista, usted estaba así mismo como ahora, la misma cantidad de barba, el mismo peinado, hasta los mismos zapatos.
G.Oz: Bueno, aunque no son los mismos zapatos, sí son iguales. Y además, ¿Qué me quiere decir con esto?
M.A.: Nada… nada. Siga.

Miré a Jessica y me miró un poco desconcertada.

G.Oz: Ok. ¿Ha consumido drogas alguna vez?
M.A.: Querrá decir: sustancias prohibidas. Porque droga es hasta una simple aspirina.

Suspiré. Este infeliz queriendo siempre pasarse de listo. Cada vez era más irritante.

G.Oz: Sí, Míster Ex… Sustancias prohibidas. ¿Ha consumido?
M.A.: No he consumido, porque no necesito nada de eso.
G.Oz: Bien.
M.A.: Déjeme preguntarle algo. ¿Cuál es el fin de esta entrevista? o mejor dicho, ¿Qué es lo que quiere saber?
G.Oz: Bueno, quiero saber y dar a conocer, según mis conclusiones, lo que es el punto de vista de un asesino como usted, e investigar la forma de pensar, y todo lo relacionado.
M.A.: Ok, pues le diré algo, no creo que usted vaya a conseguir lo que desea, haciéndome unas cuantas preguntas anotadas y memorizadas.
G.Oz: ¿Ah no? ¿Qué me recomienda?
M.A.: Debe ser un poco más suelto, olvide el papel y pregunte cosas que quiera saber. Que sea una conversación, más que una entrevista.

A pesar de todo, el bastardo tenía razón. No creo conseguir unas conclusiones concretas sobre lo que realmente busco haciendo solamente una serie de preguntas sistematizadas. Esto parecía ser un interrogatorio. Miré el cuaderno de Jessica y apenas llevaba unas tres o dos líneas de lo que habíamos hablado hasta ahora. ¿Qué habría ella anotado? Bueno, en fin debo cambiar mi técnica. Pero claro que no le diría que era cierto, puesto que eso lo haría un poco más creído y presumido de lo que ya era.

G.Oz: Bien, como usted diga.
J.V.: Disculpen, ¿puedo hacerle una pregunta Míster Ex?
M.A.: Claro, como no.
J.V.: ¿Cómo fue atrapado? Es decir, una mente tan brillante como la suya, cómo es que se dejó agarrar.
M.A.: Bueno, Señorita Jessica. No sé cómo me descubrieron. Lo único que le puedo decir es que me encontraba en mi casa escribiendo y simplemente la policía fue por mí, las únicas palabras que dijeron fueron “Guarde silencio o todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra”.
J.V.: ¿Qué escribía mientras fue sorprendido?
M.A.: La verdad no sé cómo llamarlo. Le recitaré un fragmento:
“Despertaste en mí rancios sentimientos que creía olvidados, los alimentaste con ternura. Mas ahora me doy cuenta, que simplemente fuiste actriz de esta novela que hoy me deja en la locura...”

J.V.: Hmm… Estupendo.
M.A.: Encantador, Srta. Jessica.
G.Oz: ¡Vaya! No sabía que escribía tan bien.
M.A.: Usted sabe poco de mí.
G.Oz: Así es… hábleme de su niñez. ¿Se crió con sus padres? ¿Cómo era en la escuela?
M.A.: Mi niñez…

En verano del 1952 nació quien para ustedes es hoy el Señor X. Su padre murió de cirrosis cuando tenía solo 4 años. A los 6 años ingresa a la escuela donde permanece por 9 años aprendiendo asuntos escolares y asuntos de la vida. A los 16 años ingresa al bachillerato; es expulsado por conducta irremediable. Con algunos años más, es expulsado de otra escuela secundaria por pelear con el director del centro educativo. En aquel momento de su vida es cuando decide no volver a los estudios.

G.Oz: Ajá?
M.A.: Ya. Quería que le hablara sobre mi niñez… ahí está. Lo demás ya no es asunto de niñez.
G.Oz: Bien.
J.V.: Míster Ex… ¿Nos podría detallar cómo fue su inicio en esto que hacía? Es decir, ¿Qué lo impulsó a cometer su primer delito?
M.A.: Mire Srta. Jessica, eso es algo que solo nosotros, los practicantes, entenderíamos. Una persona tan ordinaria como usted no comprendería nada.
J.V.: Pruébeme.
M.A.: Ok. A ver… le contaré sobre mi primera práctica de una forma bien asimilable para usted, y, claro, para el Sr. Gorby.
J.V.: Bien. Escuchamos.
G.Oz: Antes que nada, es bueno saber los términos que utiliza para entender con claridad lo que nos va a contar.
M.A.: Naturalmente. Diga qué términos no comprende.
G.Oz: Bueno, ¿Le llama “practicantes” a las personas que “practican” lo mismo que usted hacía, es decir, a los homicidas?
M.A.: Así es. Tenemos nuestro lenguaje, así como los narcos. Ejemplo, los narcotraficantes utilizan términos como “mula”, “sapo” y un sinnúmero más. Nosotros llamamos “practicantes” a los que ustedes llaman homicidas.
G.Oz: Perfecto. Ahora sigamos en lo que quedamos.
M.A.: Bueno. Mi primera vez. La primera vez nunca se olvida.

Todo comenzó cuando vi, a través de una ventana, a un hombre golpear a su mujer repetidamente porque ésta no había hecho el desayuno. Algo estúpido, pero cierto. Se escuchaba al hombre insultarla mientras ella trataba de disculparse, todos los vecinos podían escucharlos. Fui y toqué la puerta, él abrió y yo inmediatamente me le lancé arriba mientras le golpeaba la cara, el hombre quedó inconsciente y aproveché para amarrarlo a una silla. La mujer empezó a gritar, le ordené que se callara y que hiciera el desayuno que el hombre pedía. Ella se sorprendió al ver lo que le pedía y lo hizo más temblorosa que nada. Desperté al sujeto con un vaso de agua fría en la cara y lo hice comer su desayuno de forma violenta. La mujer no paraba de gritar “¡Noooo! ¡Déjalo, por favor!”. Esto colmó mi paciencia y me levanté bruscamente y la miré, ella se quedó en silencio, asustada; me calmé y le dije serenamente: “Mujer, este hombre nunca más volverá a golpearte.” Me volteé hacia el hombre, saqué una 38 mm y le disparé a la boca que todavía masticaba unos que otros bocados de comida. La mujer quedó anonadada y yo salí corriendo al mismo tiempo que escondía el arma en mi pantalón.

Continuará…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pruebeme!!!
jajajajaja... Yo siempre con mis desafios :P!

Gorbyyyyy Me encanto... Wow... Despues de esto escribimos el libro, y mas despues estamos en pantalla grande haciendo la pelicula..!
Seremos famosas chicas xD
Hollywood, here we go!

Te quierooooooo Gorby!
I'm looking forward to read the next part!

XoXo! GG!
Jessica Victoria De La Rosa Rolffot

Anónimo dijo...

ta niceee
pero no hablaste del accidenteee!!!
acuerdate k e jkarlaa la k se muere:D

att Miriam V DLR Rolffot!
xoxo

Unknown dijo...

me gusto mucho como todo lo q he leido jajaja pero no me parecio la parte q el mato al hombre porq no tenia mascara ni nada, es decir asi es muy facil para q lo atrapen con una descripcion basta, yo pensaba q el mataba pero se cubria... pero veremos q pasa en la proxima parte..

att: Jasmin Aponte