martes, 7 de diciembre de 2010

Acompáñame a estar solo *

La soledad desde siempre ha sido considerada un elemento negativo, mas no es así… es un elemento neutro.

Cuando nos encontramos solitarios se disparan cientos de pensamientos que nos hacen preguntarnos a nosotros mismos ¿por qué estamos solos? Y nos hacen dudar del amor o la amistad de quienes en nuestra vida se encuentran.

Quien no ha estado solo alguna vez no se conoce a sí mismo completamente, nunca se ha sumergido en su interior y no ha explorado las profundidades de su ser.

La mente dispone del poder de establecer nuestro pensar; esta determina la forma en cómo vemos nuestra situación, y qué sentir ante dicha situación.

La soledad, como ya dijimos, nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos, nosotros solos. Nos ayuda a pensar cosas que nadie más entiende.

En la soledad podemos estar acompañados, aunque esto parezca imposible. Nuestro Dios nos acompaña a estar solos. Así como acompañó a Jonás a estar solo en el vientre de una ballena por un largo tiempo. Así como también acompañó a Jesús a estar solo en el desierto 40 días y 40 noches.

Pidámosle ¡Acompáñame a estar solo!

sábado, 4 de diciembre de 2010

Fragmento Gózico!

Cuando aprendemos a vivir la vida, sin tomar en cuenta lo que dicen o callan los demás de nosotros, nos encontramos en un punto donde se vive a plenitud y se siente satisfacción y bienestar. Para lograr vivir a plenitud, donde solo importemos nosotros mismos de manera individual, debemos saber interpretar el entorno que nos rodea.

En el momento en que interpretamos nuestro ambiente de una forma yoísta*, todo a nuestro alrededor se convierte en instrumentos que utilizamos para lograr la felicidad. Inclusive las personas que conocemos y que conviven con nosotros se transforman en herramientas que complementan la ayuda para lograr nuestros objetivos.

*Yoísta: Término derivado del pronombre personal "yo". Todo referido al yo.

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viernes, 16 de julio de 2010

Mujer Sufrida..*

Despertaba adrede rancios recuerdos hirientes para atormentar su conciencia por las madrugadas.

Distraía su mente y ocupaba su cuerpo para no desglosar problemas que tan solo eran espejismos en el Sahara.

Su sensibilidad espantaba la inmadurez y el humor.
Camuflaba sufrimientos con sonrisas efímeras y a veces falsas.
Se refugiaba en la realidad y usaba utopías como excusas a la vida.
Ahogaba las penas en la rutina y proyectaba felicidad.
Se aferraba buscando apoyo y comprensión, menospreciando el amor.
La suerte había olvidado su nombre y los dioses no la conocían.

Lloraba sin lágrimas.
Sufría en silencio…

domingo, 20 de junio de 2010

El Cantante del Nombre Olvidado...

En algún día de alguna primavera el cantante vio a la señorita entrar al edificio y no pudo esperar a seguirla. Ella entró al salón de clases, que para su sorpresa era el mismo que a él le tocaba. Rápidamente la ubica y se sienta a su lado.

Joanna era la intermediaria perfecta para esto, ambos la conocían. El cantante de una forma que desconozco logró establecer conversación con la señorita. Ambos eran cristianos, por lo que esto traía a flote muchos temas de los cuales platicar.

- Soy cantante. -dice él.

Ella, pensando que era una broma, suelta una carcajada y se burla de él en su propio rostro. El cantante, sorprendido, recalca:

- Es en serio.

La señorita, avergonzada, cambia el rostro de risas repetitivas a seriedad constante.

- Ah! -responde ella, sin nada más que decir.

Los días pasaban y el cantante se limitaba a hablar con ella de temas superficiales, temiendo mostrar síntomas de afecto hacia ella… temiendo mostrar la flecha que le había clavado Cupido. Su corazón temía ser humillado.

Joanna, quizás con alguna intención oculta, los invita a ambos a su casa para hacer una deliciosa comida, cuyo trágico nombre no recuerdo. Los sucesos que allí sucedieron solo lo saben el cantante y la señorita.

Los exámenes llegan, él se sienta al lado de ella. Compartían “chivos” y miradas apasionadas, entre borradores y sonrisas. Ella perdía su terrible fobia por los exámenes cuando él estaba a su lado, él solo escuchaba una melodía en su voz.

Terminado el semestre. Ambos pasan con la misma nota.

- Gustavo, ella y yo somos almas gemelas. -le dice el cantante a su amigo.

Dos años después, ella no recordaba su nombre. Solo sabía que era cantante. El cantante del nombre olvidado…

[Una historia real...]

martes, 11 de mayo de 2010

Diálogo..*

¿A ti quien te dio permiso para involucrarte en mi destino? Te adueñas de mi corazón entero como si fuera tuyo… ¡Egoísta!
Tu destino es tan incierto que ni siquiera existe. Tu atrevido corazón guarda lugar para mí en donde nunca he de habitar. Iluso.
¿Acaso eres dama endiosada, fruta prohibida? Soy iluso… Ilusiones que, de vida, a mi corazón llenan. Concédeme un beso y mi razón promete olvidarte.
Mis besos no reposan en labios de insensatos que prometen con la razón y no con el corazón.
No pidas promesas a mi acucioso corazón, porque es engañoso. Concédeme un abrazo y prometo no molestarte.
Mis brazos no estrechan cuerpos de débiles que su corazón no pueden controlar.
La debilidad es una virtud cuando provocada es por ti. Pues, concédeme una sonrisa deslumbrante, para grabarla en mi corazón hasta el final de sus latidos.
Mis labios no sonríen a ojos de farsantes que de sus bocas mentira sale.
Diosa prohibida… Inalcanzable es tu corazón. Concédeme una mirada, lo más cerca de tocarte, y eso bastará para recordarte.
Una mirada te concedo… con eso rellena tu corazón.



Girl defending herself against love.