lunes, 7 de mayo de 2012

Conforte.


Sólo los fuertes se atreven a reír en momentos difíciles…

Grandes problemas no siempre necesitan grandes soluciones. Ciertas veces maximizamos inconvenientes que tan solo requieren de un poco de sabiduría. Pensar en soluciones fáciles y consecuentes detenidamente es un buen comienzo.

Organizar nuestros pensamientos y enfocarlos en optimismo y realismo, para no perder la noción de la realidad, es algo primordial. Ser fuerte ante situaciones difíciles no es fácil, y conlleva entrenamiento.

Reír y sonreír son armas principales, pero no menos importante, es ser paciente. La paciencia es un don que siempre otorga recompensa al final. Un ejemplo único a seguir es Job, quien atravesó una situación crítica en la que cualquier humano habría perdido la fe y la paciencia, más él mantuvo pacientemente su fe en Jehová y le fueron multiplicados sus bienes.

Básicamente necesitamos tres mecanismos: Fuerza, para resistir el problema; Paciencia, para esperar la oportunidad de resolver el problema; y Sabiduría, para resolver el problema. Dichos elementos los otorga Dios.

Y por qué no reír en medio de tiempos difíciles si Dios te ha otorgado la combinación perfecta para sobrevivir.