La soledad desde siempre ha sido considerada un elemento negativo, mas no es así… es un elemento neutro.
Cuando nos encontramos solitarios se disparan cientos de pensamientos que nos hacen preguntarnos a nosotros mismos ¿por qué estamos solos? Y nos hacen dudar del amor o la amistad de quienes en nuestra vida se encuentran.
Quien no ha estado solo alguna vez no se conoce a sí mismo completamente, nunca se ha sumergido en su interior y no ha explorado las profundidades de su ser.
La mente dispone del poder de establecer nuestro pensar; esta determina la forma en cómo vemos nuestra situación, y qué sentir ante dicha situación.
La soledad, como ya dijimos, nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos, nosotros solos. Nos ayuda a pensar cosas que nadie más entiende.
En la soledad podemos estar acompañados, aunque esto parezca imposible. Nuestro Dios nos acompaña a estar solos. Así como acompañó a Jonás a estar solo en el vientre de una ballena por un largo tiempo. Así como también acompañó a Jesús a estar solo en el desierto 40 días y 40 noches.
Pidámosle ¡Acompáñame a estar solo!
martes, 7 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Fragmento Gózico!
Cuando aprendemos a vivir la vida, sin tomar en cuenta lo que dicen o callan los demás de nosotros, nos encontramos en un punto donde se vive a plenitud y se siente satisfacción y bienestar. Para lograr vivir a plenitud, donde solo importemos nosotros mismos de manera individual, debemos saber interpretar el entorno que nos rodea.
En el momento en que interpretamos nuestro ambiente de una forma yoísta*, todo a nuestro alrededor se convierte en instrumentos que utilizamos para lograr la felicidad. Inclusive las personas que conocemos y que conviven con nosotros se transforman en herramientas que complementan la ayuda para lograr nuestros objetivos.
*Yoísta: Término derivado del pronombre personal "yo". Todo referido al yo.
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En el momento en que interpretamos nuestro ambiente de una forma yoísta*, todo a nuestro alrededor se convierte en instrumentos que utilizamos para lograr la felicidad. Inclusive las personas que conocemos y que conviven con nosotros se transforman en herramientas que complementan la ayuda para lograr nuestros objetivos.
*Yoísta: Término derivado del pronombre personal "yo". Todo referido al yo.
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